Big Dog’s Backyard Ultra , la carrera sin final. Una de las carreras más duras y extrañas.
En 1986, Gary Cantrell, también conocido como Lazarus «Laz» Lake, creó la Barkley Marathon, hoy reconocida como una de las carreras más duras y más famosas de trail running a nivel mundial (gracias en parte al documental de Netflix), con un porcentaje de abandono del 99%.
En 2012, Laz promovió la Big Dog Backyard Ultra, otro reto peculiar, cuya premisa es tan simple como malvada: el último corredor en pie gana. Esta vez, Lake buscó explorar la capacidad de los atletas para regular sus fuerzas.
En esta carrera no hay distinciones de género, ni límite de participantes. Cualquiera puede sumarse a la aventura.
¿Cómo es la modalidad? Los corredores deben completar 6,6 kilómetros en una hora. A continuación, deben repetir el circuito. Y luego, hacerlo nuevamente. Este ciclo se repite hora tras hora. Los participantes recorren una y otra vez la misma ruta, que por su extensión cada 24 vueltas equivalen a 160 kilómetros (o 100 millas).
La carrera finaliza cuando quede un sólo corredor en competencia, quien será declarado el ganador. Puede que el consagrado tal vez haya transitado el circuito esas 24 veces antes de que todo termine. O tal vez no y tuvo que hacer unas nuevas 100 millas. Cada edición es única.
La velocidad y la distancia no son puntos que tengan importancia. Del mismo modo, la posición al momento de cruzar la meta también carece de relevancia. Tampoco hay límite final de tiempo. La única regla es que el participante cumpla con completar cada vuelta en menos de 60 minutos. De esta manera se premia a quien posea mayor resistencia y no al más rápido.
No obstante, quienes terminen el loop antes de la hora contarán con los minutos restantes para descansar, asearse y alimentarse.
Sin duda una carrera extraña que explora los límites de la resistencia.