El fin de semana pasado unos 9.000 corredores participaron del maratón de Shanghái pese a la pandemia. 

La carrera está distinguida con la etiqueta Platino, máxima categoría del World Athletics. 

Los corredores, todos residentes chinos, tuvieron que pasar un test de coronavirus en los últimos siete días antes de ser inscriptos, tuvieron que usar tapaboca antes de la salida y después de la llegada y el evento se realizó sin espectadores.

La salida se realizó en tres olas de 3.000 corredores en una zona de 15.000 metros cuadrados para mantener distancias y modificó su itinerario para terminar en el West Bund Art Center junto al río Huangpu, un lugar mucho más amplio que el estadio de la capital, donde tradicionalmente finalizaba la carrera.

El evento le ofreció nuevamente al mundo la imagen de un evento masivo.